El presidente de México, López Obrador confirmó que un grupo internacional de piratas informáticos robó miles de correos electrónicos del sistema informático de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Mensajes y documentos adjuntos, algunos de los cuales contienen información sobre los problemas médicos del presidente López Obrador, incluido un problema cardíaco grave que sufrió a principios de este año, fueron filtrados al medio de comunicación Latinus por el grupo de piratas informáticos centroamericanos Guacamaya.

La información hackeada es una filtración de casi 6 terabytes de información, contentivos de decenas de miles de correos alojados en los servidores del organismo de defensa del país, archivos que datan del año 2016 hasta septiembre de este año.

Esto incluye, por ejemplo, comunicaciones entre el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, y Rafael Ojeda Durán, titular de la Secretaría de la Marina; además de contratos vinculados al Tren Maya y al Aeropuerto de Tulum.

Además de confirmar el hackeo, el mandatario mexicano abordó algunas de las revelaciones de la filtración y criticó a un destacado periodista local por informar sobre una variedad de enfermedades que enfrentó durante el último año.

Vulnerabilidades en ojo del huracán

Según los informes, Guacamaya usó ProxyShell , una colección de vulnerabilidades de Microsoft explotadas con frecuencia en 2021, para obtener acceso a los sistemas militares.

El presidente dijo que un cambio de software permitió que sucediera. “Se aprovecharon de… un cambio… en el sistema de información”, dijo, y agregó que no esperaba ninguna consecuencia negativa de la brecha de seguridad.

Entre la otra información expuesta por el hackeo y la posterior filtración de los correos electrónicos robados a los medios, se encontraban detalles sobre el operativo militar de 2019 contra uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán en Culiacán y las diferencias de opinión entre el ejército y la marina.

Los representantes de Guacamaya criticaron la forma en que los medios de comunicación en México están manejando lo que se filtró, enfocándose en los informes sobre la enfermedad de López Obrador en lugar de cuestiones más amplias de gobernabilidad, corrupción y daño ambiental.

La filtración de datos robados a la Secretaría de la Defensa Nacional -conocida como Sedena- incluye seis terabytes de archivos con documentos sobre la vigilancia del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, así como transcripciones e información sobre operaciones narcocriminales.

López Obrador dijo que no temía dañar la información derivada de las filtraciones, alegando que “todo está dicho” y que el gobierno no tiene nada que ocultar.

“Si escondiéramos cosas, si estuviéramos fomentando la corrupción, violando los derechos humanos, reprimiendo a la gente, entonces sí tendríamos que ocultar información”, agregó.