El 2020 fue un año de marcadas diferencias y transformaciones en el modo de vida de las personas, debido al confinamiento y las repercusiones de la crisis sanitaria por la pandemia COVID-19
Como medidas de prevención ante el coronavirus el pago con tarjetas y medios electrónicos superó por primera vez al efectivo, para evitar la interacción física y el contacto con otros. La economía de low touch basada en la interacción de bajo contacto físico es la pauta y parece que continuará conservándose en post- pandemia.
De acuerdo a los datos arrojados por la compañía de investigación de mercados Nielsen, por primera vez el pago con tarjeta supera al efectivo a la hora de hacer compras en España, un contexto que se va generalizando en el mundo.
El estudio de la consultora Nielsen, compara las cifras en los periodos de marzo al mes de mayo del año 2019 con respecto al 2020, donde se refleja que antes el 61,2% de las personas pagaba al contado y ahora son en el 45,5%, mientras que el pago con plástico ha trascendiodo del 38,5% al 54,1%.
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La consultora recordó que el aumento del uso de la tarjeta se ha debido a las recomendaciones sanitarias de no manejar dinero en efectivo. Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) desmintió que el efectivo transmitiera el coronavirus, recomendó realizar los pagos con tarjeta u otros medios digitales.
Los recientes cambios también se deben a la aceleración del internet de las cosas, el creciente rol del ecommerce, el uso de dispositivos electrónicos y de las criptomonedas.
Tarjetas contactless
El uso del plástico para realizar compras o pagos de servicios evolucionó a un sistema de pago sin contacto, y tras la pandemia es un recurso fundamental que llegó para quedarse.
Esta nueva tecnología de identificación por radiofrecuencia incorpora un chip en tarjetas de crédito o débito, tarjetas inteligentes, teléfonos móviles, entre otros, para permitir pagar una transacción tan sólo acercando el dispositivo a un lector del terminal punto de venta.
Las tarjetas sin contacto (contactless) emplean un microprocesador que realizan cómputos de cifrado de datos para la protección de la comunicación con el punto de venta, así como de la identidad del portador.
Este recurso también puede descargarse en los dispositivos móviles a través de la aplicación del banco, para operar de la misma manera sólo acercando el teléfono a la terminal.
Según datos suministrados por el banco español CaixaBank, el crecimiento este año del uso de contactless en ese país ha sido de un 10% en el cómputo global, y en tan sólo el mes de abril aumentó un 15%.
De igual manera, un estudio realizado por Mastercard este año a 17.000 personas en 19 países, arrojó que el 79% de los usuarios realizan pagos sin contacto, y un 74% manifestó que lo seguirá haciendo incluso después de la pandemia. Por otra parte, cifras de Visa resaltan que 31 millones de estadounidenses usaron tarjetas contactless o monederos virtuales en marzo de este año.
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Bajo este panorama, el uso del efectivo va en decadencia y tiende a desaparecer. En este sentido, las tecnologías siguen adaptándose a las necesidades emergentes en esa búsqueda de facilitar la vida y brindar mejores experiencias a los usuarios, por lo que el contactless y el comercio electrónico continuarán abarcando mayores espacios aunados al despliegue del 5G .
Autenticación reforzada del cliente
La autenticación reforzada de clientes o SCA (strong customer authentication) es un requisito de la Segunda Directiva de Servicios de Pago (DSP2)23 sobre proveedores de servicios de pago en Europa.
A partir del 1 de enero de 2021 las transacciones de pago online o con tarjeta deberán cumplir con la autentificación reforzada del cliente, debido a que el periodo de flexibilización emitido por la Autoridad Bancaria Europea culminará el 31 de diciembre del presente año.
Esta medida permite garantizar que los pagos electrónicos o pagos con contactless se realicen con autenticación multifactor (chip y pin), como mecanismo para garantizar la seguridad y confidencialidad de los usuarios y sus operaciones.