En un contexto global donde la demanda de energía crece con la Inteligencia Artificial (IA) y la computación en la nube, los gigantes tecnológicos como Google, Amazon y Microsoft han dado un paso audaz: incursionar en la energía nuclear.

El objetivo de las Big Tech es asegurar una fuente de energía limpia, eficiente y continua para sus centros de datos, los cuales consumen cantidades masivas de electricidad, sobre todo con el auge de los modelos de IA generativa.

En este artículo, exploraremos los motivos, proyectos y desafíos que enfrenta esta “revolución atómica” en el sector tecnológico.

La nueva dependencia energética de la Inteligencia Artificial

La creciente demanda de IA ha disparado el consumo energético de las empresas tecnológicas. Cada consulta realizada en modelos avanzados de lenguaje, como ChatGPT, genera un consumo de energía que, sumado a nivel global, representa entre el 3 y el 4% de la demanda total de energía en Estados Unidos, con proyecciones de hasta el 99% para 2030.

Empresas como Google y Microsoft ya están superando en consumo a países enteros, y se encuentran muy cerca de igualar a países densamente poblados, como Nigeria. La solución inicial para reducir su huella de carbono fue apostar por energías renovables, como la eólica y la solar. Sin embargo, la naturaleza intermitente de estas fuentes ha llevado a las tecnológicas a virar hacia la energía nuclear, la única que garantiza un suministro constante y sin emisiones de gases de efecto invernadero.

Los proyectos nucleares de Microsoft, Google y Amazon

La incursión de las bigtech en el sector nuclear no es solo una idea: es una realidad en proceso de construcción. En septiembre de 2024, Microsoft fue pionera en anunciar un acuerdo de 20 años con Constellation Energy, empresa propietaria de la planta nuclear Three Mile Island, en Pensilvania, que, tras recibir una inversión de $16,600 millones, reabrirá una de sus unidades en 2028 para abastecer exclusivamente los centros de datos de Microsoft. Además, TerraPower, una empresa fundada por Bill Gates, trabaja en un diseño de reactor llamado Natrium, que promete generar electricidad a la mitad del coste de los reactores tradicionales.

Poco después, Google firmó un acuerdo con Kairos Power para adquirir la energía de siete pequeños reactores nucleares modulares, conocidos como SMR (Small Modular Reactors), que estarán operativos entre 2030 y 2035. Amazon también se sumó a la carrera nuclear con su acuerdo con Dominion Energy para desarrollar SMR en Virginia y anunció una inversión de $500 millones en tres proyectos adicionales que alcanzarían una capacidad de 960 MW.

¿Qué Son los Reactores Nucleares Modulares (SMR)?

Los SMR, una tecnología que muchos califican como el “reactor del futuro”, ofrecen varias ventajas frente a los reactores convencionales. Son más pequeños, rápidos de construir, y con un costo significativamente menor, lo que los hace accesibles para un abanico más amplio de ubicaciones, incluso en zonas remotas o con infraestructura limitada. Cada SMR puede llegar a producir hasta 500 MW, suficiente para pequeñas regiones o áreas específicas como centros de datos. Además, estos reactores pueden construirse de forma modular, permitiendo añadir más unidades conforme aumente la demanda energética.

Un punto crítico que favorece la adopción de SMR es la posibilidad de su producción en masa y transporte para instalación in situ, lo cual reduciría notablemente el tiempo de construcción y los costos asociados. Al ser menos complejos que los reactores tradicionales, los SMR permiten a empresas como Google y Amazon, no solo asegurar un suministro continuo y confiable de energía, sino también reducir su dependencia de fuentes externas.

Los desafíos de la energía nuclear y su renacimiento global

Si bien la energía nuclear ha demostrado ser una alternativa eficiente y libre de emisiones, no está exenta de desafíos. Uno de los problemas históricos es la gestión de los residuos nucleares, ya que actualmente no existen sitios de almacenamiento permanente para el combustible nuclear utilizado, lo que representa un riesgo ambiental significativo. Además, los altos costos iniciales y el tiempo prolongado de construcción de las plantas convencionales han sido obstáculos para su desarrollo en muchos países.

No obstante, el contexto actual, marcado por la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania y la dependencia de combustibles fósiles, ha impulsado un renovado interés en la energía nuclear. Japón, por ejemplo, ha reabierto plantas nucleares tras el desastre de Fukushima, y muchos otros países están siguiendo el mismo camino en búsqueda de independencia energética. Este renacimiento nuclear global está impulsado tanto por la necesidad de seguridad energética como por el objetivo de reducir la huella de carbono a nivel nacional.

¿Estamos listos para un futuro atómico en el sector tecnológico?

El ingreso de las bigtech en el sector nuclear marca un hito en la transición hacia un modelo energético más autónomo y sustentable. La apuesta de Google, Amazon y Microsoft no solo responde a sus crecientes necesidades energéticas, sino que también representa un modelo a seguir para otras industrias que buscan soluciones energéticas sostenibles y de bajo impacto ambiental. La energía nuclear, en su forma tradicional o mediante los SMR, ofrece una opción viable para alcanzar estos objetivos, pero requiere de una regulación estricta y una solución definitiva para el manejo de residuos nucleares.

El impacto de esta transición en el sector tecnológico será profundo. La independencia energética permitirá a estas empresas reducir costos, asegurar un suministro constante y minimizar su huella de carbono, lo cual resulta crucial en su objetivo de alcanzar la neutralidad en carbono. Si bien existen barreras por superar, como los aspectos regulatorios y la percepción pública sobre la seguridad nuclear, las bigtech están liderando una transformación energética que podría redefinir la relación entre tecnología y energía a nivel global.

Conclusión: un camino de desafíos y oportunidades

La incursión de Google, Amazon y Microsoft en el desarrollo de energía nuclear plantea un escenario desafiante y repleto de oportunidades. Esta transición no solo les permitirá satisfacer sus crecientes demandas energéticas sin dañar el medio ambiente, sino que también podría marcar un cambio de paradigma en cómo las empresas de todos los sectores abordan su consumo de energía. El uso de SMR representa una opción escalable y eficiente, y, de continuar este renacimiento nuclear, podría redefinir el futuro de la energía limpia.

No obstante, es fundamental que el sector tecnológico y los gobiernos trabajen conjuntamente para abordar los desafíos asociados, especialmente en cuanto a la gestión de residuos y la seguridad nuclear. La apuesta de las bigtech es ambiciosa y, de ser exitosa, sentará un precedente para una nueva era en la energía nuclear industrial. En un mundo donde la demanda de energía continúa en aumento, la combinación de tecnología avanzada y energía nuclear podría ser la clave para un futuro sustentable y energéticamente autónomo.