Con el objetivo de brindar una mejor experiencia a sus usuarios, los bancos han tenido que mejorar sus servicios de banca en línea así como las experiencias móviles. La realidad que se ha vivido debido a la pandemia ha sido el acelerador de la transformación digital más importante de los últimos tiempos, y por esto los bancos han comenzado un rally desenfrenado por conseguir proveedores de servicios que permita satisfacer estas necesidades.
Sin embargo, dicha evolución los ha enfrentado a nuevos desafíos, entre ellos a sufrir por fallas de TI de forma cada vez más frecuente. Una investigación ha demostrado que este tipo de empresas enfrentan un promedio de seis interrupciones de TI en los últimos 12 meses. Los frecuentes reportes de clientes que no pueden acceder a su banca en línea, las fallas en las aplicaciones móviles y los problemas con las transacciones son tan solo un recordatorio constante de la frecuencia con la que las fallas de TI pueden afectar nuestra capacidad para gestionar nuestras finanzas de forma cotidiana.
Analizando el contexto, se nota que la banca termina siendo víctima de una implementación múltiple de sistemas interrelacionados en donde cada uno posee un objetivo concreto de negocio pero para que sirvan a mejorar la experiencia de los usuarios tienen que funcionar de manera sincronizada y sin inconvenientes. Para ejemplificar mejor este concepto, las investigaciones muestran que una transacción promedio cruza 37 sistemas o componentes diferentes. No es de extrañar que estemos viendo un flujo casi constante de fallas informáticas bancarias: un solo punto de error en esta compleja cadena de entrega puede ser increíblemente difícil de identificar con precisión.
Sin embargo, el desafío real se centra en el hecho de que los bancos deben confiar en una serie de herramientas de monitoreo que permitan centralizar los datos, analizarlos y luego visualizarlos de manera adecuada para la toma de decisiones, siendo ese proceso lento y por lo tanto rara vez logra el objetivo, que es, actuar lo suficientemente rápido como para garantizar que los clientes siempre disfruten de la experiencia que esperan.
La IA es la única forma para descubrir en tiempo real los insights sobre el rendimiento de las aplicaciones y brindar las respuestas procesables que los equipos de TI.
Gerardo Rubio | Director Regional en NOLA de Dynatrace
En la era del cliente, los bancos deben superar la complejidad de sus entornos cloud para identificar claramente la causa raíz de cualquier problema de TI emergente y comprender instantáneamente el impacto que tendrá en sus usuarios y en los resultados comerciales. También deben tener la capacidad de remediar el problema subyacente rápidamente, antes de que se convierta en una falla de TI. Esto no se puede lograr simplemente mejorando los enfoques tradicionales que gestionan de forma manual el rendimiento, deben encontrar una forma radicalmente diferente que sea tan transformadora como el cambio que se está produciendo en sus ecosistemas de TI.
La inteligencia artificial y la automatización deben ser el núcleo de este nuevo enfoque, permitiéndoles comprender el desarrollo y el impacto de cualquier falla en tiempo real, tomando siempre un enfoque en 360 grados, pudiendo resolver la causa raíz al instante, antes de que se convierta en un problema de impacto para el negocio.
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