El futuro exigirá una mejor conectividad y redes más poderosas para soportar el modelo de trabajo remoto que ha tenido deficiencias durante este año
Por: Ed Solís – VP, Americas Enterprise Infrastructure Sales en CommScope
Mientras concluimos un año caracterizado por su complejidad para muchos sectores de la industria, resulta más importante que nunca estar preparados para afrontar aquellos retos que el 2021 traerá consigo. En cuanto a la tecnología, que ha mantenido un progreso favorable y desarrollado nuevas herramientas y soluciones, será necesario que sus proveedores cuenten con las implementaciones clave que el futuro demandará.
En el caso de América Latina, una de las regiones más afectadas por la pandemia, se han develado problemáticas en materia de tecnología que nunca antes habían sido atendidas. A inicios de la pandemia las empresas no se encontraban preparadas para el modelo de trabajo remoto, y los empleados no contaban con redes en el hogar que satisficieran las nuevas exigencias de conectividad; incluso ahora, algunas compañías continúan enfrentándose a limitantes tecnológicas que imposibilitan el desarrollo laboral de miles de trabajadores.
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Los proveedores de servicios tecnológicos tendrán que seguir orientando de manera correcta sus esfuerzos por mejorar las implementaciones y servicios que ofrecen a sus consumidores, ante lo cual existen algunas tendencias en redes corporativas que impulsarán el desarrollo de este sector.
Mejorando las redes corporativas
En el 2021 las empresas continuarán la adopción de redes remotas, ya que, debido a la incertidumbre que la pandemia ha generado en la región, muchas compañías seguirán con sus actividades en la modalidad de trabajo remoto, mientras que otras ajustarán sus instalaciones para adaptarse al distanciamiento social. Todo esto provocará que cada vez menos empleados trabajen desde la oficina y por esa razón, las redes que conectan a los trabajadores remotos serán más importantes que nunca.
Además, se prevé que las compañías continúen equipándose en conexiones VPN seguras, gestionando sus redes de manera eficaz y que los equipos de Tecnologías de la Información (TI) y Tecnología Operativa (TO) de cada corporativo trabajen estrechamente para maximizar la eficiencia y minimizar los costos derivados del correcto funcionamiento de las tecnologías dentro y fuera del edificio.
En paralelo, los equipos de TO continuarán la implementación de tecnología de control de acceso evitando el contacto entre personas y colocando cámaras térmicas en ubicaciones clave para verificar continuamente la temperatura de los empleados. Otros sistemas podrán calcular la cantidad de personas aglomeradas en un solo sitio y se instalarán cámaras de seguridad IP, luces LED y señalización digital 4K/HD.
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Al trabajar en conjunto las TI (redes y dispositivos) con las TO (HVAC, control de acceso e iluminación) comenzarán a difuminarse los límites entre ellas, pues los equipos operativos necesitan saber cuánto ancho de banda está disponible en las redes y cómo se está gestionando. A su vez, las TI deberán conectar a la red una mayor cantidad de dispositivos, por lo que será necesario adoptar nuevas tecnologías como CBRS y LTE para respaldarlos. Todo esto logrará una convergencia de los equipos de TO y TI que unificarán la gestión de la red.
Gestionando la información desde la nube
No será una sorpresa que estos equipos de TO y TI recurran a la nube para administrar poblaciones de usuarios y aplicaciones pues, al ser un recurso universalmente accesible para almacenar información, facilita la administración simultánea de los trabajadores remotos y los que se encuentran en el sitio. Gracias a esta herramienta, la gestión de red se puede realizar desde cualquier lugar sin perder la visión de quién está usando la red y dónde se podrían encontrar puntos problemáticos.
Bien dicen que la necesidad es la madre de la invención, y las restricciones derivadas por la pandemia obligaron a las redes a evolucionar con una velocidad que no hubiésemos esperado nunca. Un ejemplo de esto es la demanda de ancho de banda necesaria para soportar las nuevas tecnologías que está impulsando la evolución generalizada de la red. Además, los nuevos dispositivos al borde serán catalizadores para actualizar la infraestructura de back-end, incluyendo nuevos switches y cableado de fibra óptica que admite hasta 90 watts de PoE.
El equipo de TI deberá implementar cableado CAT6A, que admite velocidades de datos de hasta 10 Gbps, para evitar cuellos de botella en la red y, de esta manera, satisfacer las nuevas demandas de PoE.
El aumento en la complejidad de las redes corporativas
Todo esto hará que las redes se vuelvan aún más complejas y durante el 2021 veremos este aumento a medida que se expanda el número de implementaciones tecnológicas. Los edificios deberán incorporar redes inalámbricas móviles, Wi-Fi, CBRS, acceso inalámbrico fijo (FWA) y redes LTE, además de aquellas tecnologías que buscan minimizar riesgos de salud para los empleados como son las aplicaciones de gestión térmica, controles de acceso y de conglomeraciones.
Además, la transmisión de video seguirá siendo importante, por esa razón las redes deberán admitir capacidades de enlace ascendente. Las redes heredadas generalmente no fueron construidas para admitir enlaces ascendentes de video, por lo que las actualizaciones de red serán parte importante de la evolución que comenzó este año y continuará hasta el próximo.
En conclusión, con más personas trabajando de manera remota, las redes de las compañías serán aún más importantes en el 2021, lo que provocará la unión de los equipos de TI y TO, además de un aumento en el almacenamiento en la nube; y, aunque la complejidad de la red seguirá siendo un desafío con el aumento de las implementaciones tecnológicas, podremos presenciar redes mucho más poderosas y flexibles, que siempre estén preparadas para afrontar el futuro del trabajo en la industria de las telecomunicaciones.