La tecnología biométrica en los servicios financieros ha conquistado el mundo. Hoy en día, los usuarios experimentan mecanismos de reconocimiento de voz, huellas dactilares, identificación facial, escaneo de iris y muchas otras formas de iniciar sesión en cuentas bancarias.
En el pasado, bastaba con verificar la identidad de una persona con una herramienta sofisticada como la autenticación biométrica. Pero hoy en día, los nuevos esquemas de fraude y las regulaciones contra el lavado de dinero (AML) cada vez más estrictas determinan que la simple validación de la identidad ya no es suficiente.
Para Samer Atassi, Vicepresidente de Jumio América Latina, la seguridad digital ahora es mucho más que la verificación biométrica: se trata de reunir múltiples herramientas para un sistema de gestión de identidad coordinado, consolidado y que permita confirmar correctamente la identidad de un cliente.
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“Tenemos muchas formas de demostrar que la identificación que se presenta no ha sido manipulada. A través de la inteligencia artificial y machine learning podemos asegurarnos de que todos los campos se extraigan correctamente, como el nombre, el número de identificación, la edad y que no haya una imagen superpuesta sobre la foto de la identificación. Pero eso no es suficiente”, señala Atassi.
En otras palabras, la tecnología biométrica basada en inteligencia artificial permite a las entidades financieras brindar a sus clientes una experiencia sin inconvenientes al mismo tiempo que brindan una mayor seguridad a las cuentas y transacciones financieras, eliminando así la fricción, los procesos complejos de usar contraseñas que distinguen entre mayúsculas y minúsculas, recordar contraseñas difíciles y pasar por una serie de protocolos de autenticación.
Detección del fraude
El experto de Jumio explica que cuando se realiza una gran transacción desde una cuenta, un gran retiro, una gran compra en un lugar o ubicación inesperados, el pago a menudo se bloquea hasta que el banco corrobore y vuelva a verificar la autenticidad de la transacción.
Ante la gran cantidad de transacciones que suceden a diario en Internet, las empresas están agregando capas de seguridad para mitigar el riesgo de fraude. Incluso con una foto de la persona y su identificación, no se sabe exactamente quién sostiene la cámara. Las empresas también deben verificar la identificación del cliente con una base de datos del gobierno para asegurarse de que sea un documento válido.
“En el futuro, la tecnología biométrica ayudará a detectar y prevenir fraudes financieros de una manera fácil e inteligente. Las entidades financieras tendrán en cuenta numerosos aspectos para averiguar las posibilidades de transacciones fraudulentas. Estos incluyen la ubicación de la transacción, si es según sus hábitos de gasto y el dispositivo utilizado para iniciar la transacción”, asegura Samer.
Durante su participación en el Congreso America Digital, Atassi compartió además algunos hallazgos clave de la reciente Investigación global de consumidores de Jumio, basada en las preferencias sobre el uso de la identidad digital en los servicios financieros, donde se revela que el 80 % de los consumidores prefiere medidas de verificación de identidad al elegir marcas online.
Con más de 25 años de experiencia en ventas internacionales y dirección de mercadotecnia para la región latinoamericana, la misión de Samer es impulsar la expansión regional de Jumio, ofreciendo las soluciones integrales de eKYC (conoce a tu usuario), anti lavado de dinero y verificación de identidad digital a fintechs, organizaciones de servicios financieros, empresas de economía colaborativa, instituciones de cuidados para la salud y operadores de gaming y apuestas en línea en todos los países de la región, así como fortalecer una red sostenible de canales.